1. Introducción
El surgimiento del Partido Republicano en 2019 desafió el panorama político chileno y tensionó la "estrategia ofensiva de reorganización ideológica de la centro-derecha" (Alenda et ál., 2020a, p. 120). Liderado por José Antonio Kast, se caracteriza por una orientación de derecha radical. De esta forma, y para robustecer teóricamente la contribución del artículo, es conveniente insertar la discusión alrededor de la literatura especializada sobre la derecha radical. Para empezar, trabajos clásicos (Mudde, 2010 y 2016) la caracterizan como una ideología que combina tres contenidos fundamentales: autoritarismo, nativismo y populismo. Es decir, contiene discursos relacionados con el orden y la seguridad, la defensa de valores tradicionales, la discriminación a sectores excluidos (como inmigrantes o pueblos originarios), así como también construye narrativas identitarias en contra de la izquierda (Zanottti y Roberts, 2021). Además, es una derecha nominalmente democrática, pero que también produce desestabilización (Bustamante, 2023a; Rovira, 2020). De hecho, recientes aportes (Mudde, 2021) se preocupan en distinguir a esta derecha radical como una corriente ideológica ambivalente, que participa del sistema democrático, pero tensionándolo hasta el punto de estar en contra de la democracia liberal. Es, en consecuencia, una derecha aparentemente respetuosa de la institucionalidad y de las reglas de la democracia, pero que al mismo tiempo socava principios liberales básicos.
También la derecha radical, como en el caso Chile, se ha convertido en una alternativa política para sectores de derecha que rechazan la moderación ideológica y que encuentran afinidad en sus ejes de discusión alrededor del orden, la libertad económica o la defensa de la vida (Campos, 2021; Gartenlaub, 2023). No obstante, el Partido Republicano se ha establecido como un promotor de ideas relacionadas con fenómenos que han caracterizado la discusión pública de los últimos años: problemas sociales (como desempleo, educación, salud y seguridad social), inseguridad, inmigración y proceso constitucional (Meléndez et ál., 2021). Son temáticas incorporadas en la agenda de este partido después del estallido social de 2019, haciéndose eco del malestar social al ser la indignación "un territorio en disputa" (Stefanoni, 2023, p. 65). Un contexto en el que, además, ha habido importantes elecciones como el referéndum constitucional de 2020, la elección presidencial de 2021, el primer plebiscito constitucional de octubre de 2022 y la elección de mayo de 2023 para elegir consejeros constitucionales, donde el Partido Republicano se impuso ampliamente (El Mercurio, 2023, p. C1.). A ello se suma, finalmente, el segundo plebiscito constitucional de diciembre de 2023, en el que se rechazó la propuesta constitucional promovida por este partido1.
Se puede destacar, en todo caso, el ascenso significativo que ha ido obteniendo esta derecha republicana. Sin embargo, sus antecedentes se remontan a la campaña presidencial de 2017 cuando José Antonio Kast obtuvo casi un 8% de votos en la primera vuelta. Para dar continuidad a ese rendimiento electoral creó, al año siguiente, el movimiento Acción Republicana con el propósito de articular ideológica y políticamente a la sociedad civil alrededor de valores fundamentales como la libertad, la patria y la familia. Acción Republicana viene impulsando una serie de iniciativas que fomentan la participación ciudadana tales como "DialogAR" y "Apoderados Chile". Además, ha lanzado la "Academia Republicana", "Termómetro" y "Líderes 2024"2. Este conjunto de actividades demuestra la intención de movilizar a actores sociales y promover la participación ciudadana.
Otro instrumento fundamental para el despliegue estratégico de la derecha republicana ha sido Ideas Republicanas, think tank fundado en mayo de 2019 por José Antonio Kast y José Manuel Rojo Edwards para proyectar "las ideas de la centroderecha" y "las ideas de la libertad" (Hamilton, 2019, p. D8). Ambos exdiputados por Chile Vamos (el primero de la UDI y el segundo de Renovación Nacional) reconocían que durante el segundo gobierno de Sebastián Piñera
[...] no se ha implementado el programa de nuestro sector porque no se ha defendido la libertad. Si no resultan las cosas como las pensamos y las prometimos en campaña, no es porque las ideas hayan fallado, es porque la centroderecha no supo defenderlas. Y ese es el objetivo de este centro de estudios. (Hamilton, 2019, p. D8)
Por tanto, su creación tuvo una motivación ideológica, con un sentido propio de la batalla cultural y con el objetivo de suministrar ideas al movimiento Acción Republicana. Cecilia Cifuentes, integrante del equipo fundador del think tank, aseveraba:
Se va cediendo terreno a las ideas contrarias, porque faltan las peleas por las ideas. Son ideas que tienen sustento técnico, empírico, es lo que se ha visto que funciona. El propio caso chileno es una muestra relevante de la validez de estos planteamientos. (Guerrero, 2019)
Ideas Republicanas actuó inicialmente como complemento a Acción Republicana para congregar a "defensores de la libertad" provenientes del "mundo intelectual, académico y empresarial" (Hamilton, 2019, p. D8) y facilitar desde su trabajo programático la constitución del Partido Republicano. De hecho, Ideas Republicanas es anterior al Partido Republicano. Es esta una peculiaridad respecto a otros think tanks partidarios, lo que hace distintivo su estudio de caso. Además, la literatura especializada no ha estudiado la relación del Partido Republicano con Ideas Republicanas. Ha habido aportes, en cambio, dedicados a caracterizar a esta "derecha populista radical" (Alenda, 2023); a comprender su núcleo doctrinario y político (Alenda et ál., 2020a; Gartenlaub, 2023); sus características ideológicas y discursivas (Díaz et ál., 2023); sus herencias ideológicas (Alenda et ál., 2020b); sus estrategias electorales (Luna y Rovira, 2021); y también sus estrategias comunicativas (Durán y Rojas, 2021). Falta, por tanto, un análisis que entregue evidencia sobre Ideas Republicanas. Por tal motivo, el objetivo de este artículo es doble. En primer lugar, analizar cuáles son las ideas y los discursos más representativos que difunde. En segundo lugar, discutir sobre qué tipo de think tank partidario es, categorizándolo y examinando algunas de sus funciones principales.
Este artículo, con un alcance exploratorio, dialoga con literatura que, para el caso de América Latina, ha reflexionado sobre think tanks partidarios, especialmente para el estudio de caso a escala nacional, como en Argentina (Echt, 2020) y Chile (Barreda et ál., 2023; Vargas, 2019). Recientes investigaciones, provenientes principalmente desde la ciencia política, han entregado nuevas líneas de análisis ocupándose, por ejemplo, de investigar sobre su regulación y legislación (Ruiz y Sánchez Medero, 2023), como también midiendo la capacidad estratégica de estas instituciones en relación con sus partidos (Barreda y Ruiz, 2022). Sin embargo, se observa una ausencia en el estudio de think tanks de partidos de derecha radical.
Ese mismo vacío se aprecia en la literatura especializada sobre think tanks de derecha en Chile. En los últimos años han aparecido estudios que han examinado el papel que cumplen en la formación de cuadros o en el diseño de políticas públicas (Moreno, 2010; Pinilla, 2012). Igualmente, se hallan trabajos con estudios de caso concreto, destacando los que han examinado la historia, influencia y vínculos con el poder que mantiene el Centro de Estudios Públicos (Jara, 2022; Montero et ál., 2018; Morales et ál., 2023). Y de manera más reciente, se han publicado estudios que exploran sus marcos ideológicos y el papel que cumplen en la llamada "batalla cultural" (Alenda et ál., 2020a; Rodríguez, 2020). De hecho, estos trabajos reconocen la aparición de una "nueva generación de think tanks" de derecha (Bakit y Cifuentes, 2020; Morales y Videla, 2024). Un marco contextual en el que se inserta Ideas Republicanas.
Por supuesto, el interés en Ideas Republicanas también se explica por un fenómeno de mayor alcance: el crecimiento y fortalecimiento de la derecha radical a escala latinoamericana e internacional (Caro y Quitral, 2023), lo cual ha generado recientes trabajos (Ubilluz, 2021) que problematizan sus características ideológicas y su especificidad regional. Chile no ha sido ajeno a la experiencia internacional y ha visto cómo el Partido Republicano, concebido en sus inicios como fuerza de presión a la derecha tradicional, se ha convertido en un partido con rendimiento electoral (Rovira, 2019). Por tal motivo, este trabajo complementa y dialoga con literatura sobre las derechas chilenas, tanto con aquella dedicada a precisar sus corrientes (Alenda, 2014; Herrera, 2014), como la que ha examinado el "fenómeno republicano" (Bustamante, 2023a; Campos, 2021). También este trabajo se alinea con estudios que analizan la producción discursiva de estas derechas con relación a recientes acontecimientos políticos del país (Bustamante, 2022 y 2023b; Durán, 2020).
Este artículo, en síntesis, pretende aportar evidencia al lugar que ocupa Ideas Republicanas en la estrategia del Partido Republicano a la hora de instalar ideas y discursos en la sociedad chilena. De hecho, los think tanks son un apoyo fundamental para dar forma a "la identidad ideológica" de un partido (Ruiz y Sánchez Medero, 2023, p. 170) y contribuyen a la "proyección de sus ideas y su marca" (Barreda y Ruiz, 2022, p. 5). Pues como así indica Cristián Valenzuela, presidente ejecutivo de Ideas Republicanas, "nuestras ideas hoy están gobernando, y eso se debe a esa capacidad que nosotros hemos tenido para interpretar lo que piensa la sociedad" (en Celedón, 2023, p. C4). La hipótesis que sustenta este texto, por tanto, es que el Partido Republicano está construyendo un movimiento político-cultural que quiere establecer los nuevos términos de discusión pública en un contexto de batalla cultural, donde el aporte de este think tank está siendo fundamental.
2. Metodología
Se siguió una metodología cualitativa para cumplir con los objetivos propuestos de analizar cuáles son las ideas y los discursos más representativos que difunde Ideas Republicanas e identificar qué tipo de think tank partidario es. En consecuencia, se aplicó el método del estudio de caso, el cual implica un examen exhaustivo y en profundidad de una institución (Stake, 1999). Además, la selección de Ideas Republicanas como estudio de caso se justifica por: i) es un think tank vinculado a un partido de derecha radical3; ii) fue creado antes que el Partido Republicano bajo el "entusiasmo y colaboración estable de los voluntarios/expertos lo que hace a nuestro centro único en Chile"; y iii) es un centro fruto de la "inusitada violencia acaecida el año 2019, sumado al declive institucional y económico del último lustro, [lo que] impulsó a decenas de entusiastas de la libertad a crear el Centro de Estudios Ideas Republicanas" (Rojo Edwards, 2021a, pp. 17, 21).
Respecto a la muestra de informes analizados, esta fue intencionada y se seleccionaron 21 informes disponibles en la página web del think tank, tal y como se indica en la Tabla 1. Los criterios de selección respondieron a elegir informes en cuatro áreas de investigación del centro (Políticas públicas, Legislativo, Fiscalización y Área Internacional) que permitieran identificar ideas y discursos relacionados, principalmente, con los contenidos ideológicos fundamentales de esta derecha radical en Chile.
Tabla 1 Informes analizados de Ideas Republicanas
Nombre de informe | Fecha |
---|---|
Ruta Republicana | Noviembre de 2021 |
100 días de un gobierno fracasado. | Junio de 2022 |
10 peligros para Chile. En la propuesta constitucional. | Julio de 2022 |
Promesa sin cumplir. Reducción de sueldos de autoridades y asesores de confianza en el Gobierno del Presidente Boric. | Agosto de 2022 |
¿Existió o ni intervencionismo electoral en el plebiscito de salida? Ideas para una efectiva presidencia política del gobierno. septiembre 2022 | Septiembre 2022 |
Terrorismo en Chile. Ley Antiterrorista | Noviembre 2022 |
¿Individuos v/s familia? Construir con perspectiva de familia. | Noviembre de 2022 |
Sistema de admisión escolar. “La tómbola que aniquila la libertad” | Enero de 2023 |
El Indulto Presidencial. | Enero de 2023 |
2023: Iberoamérica al rojo. | Enero de 2023 |
Un país para las familias: la apuesta de Hungría por el matrimonio y la natalidad. | Enero 2023 |
Sierra Bella, ¿La gran estafa de la alcaldesa de Santiago? | Marzo de 2023 |
Sicarios en Chile: cuando matar es parte del negocio criminal. | Marzo de 2023 |
Nuevo proceso constitucional. | Marzo de 2023 |
Agenda exprés de seguridad. ¿Apariencia o realidad de acción | Abril de 2023 |
40 horas | Abril de 2023 |
El rastro de la muerte: Tras los pasos de homicidas y narcotraficantes. | Mayo de 2023 |
Concejales Región Metropolitana. ¿On Tour? | Mayo de 2023 |
A un año de la 1a cuenta pública del presidente Boric. Promesas sin cumplir - capítulo II- | Junio de 2023 |
MINSAL en la UCI. Cinco grandes razones y causas para aproximarse a la crisis sanitaria. | Junio de 2023 |
Radiografía a las altas remuneraciones en el Estado. ¿Quiénes son y cuánto ganan? | Julio de 2023 |
Legítima defensa: Estado del arte y mejoras. Julio de 2023 |
Fuente: elaboración propia.
El modelo de análisis utilizado para los textos seleccionados fue el de contenido temático para identificar patrones de ideas y discursos (Bardin, 2002). Las categorías levantadas durante la revisión documental fueron: nacionalismo, batalla cultural, valores, libertad y propuestas. Asimismo, emergieron subcategorías como orden, seguridad, cumplimiento de la ley y Estado. Las categorías y subcategorías de análisis fueron trianguladas con discursos provenientes del manifiesto Ruta Republicana, por ser una buena síntesis de la base ideológica del Partido Republicano4. La triangulación permitió superar limitaciones y ampliar la perspectiva comprensiva del análisis realizado (Cisterna, 2005). Además, se utilizaron fuentes secundarias, como entrevistas y noticias de dos diarios de alcance nacional, como son El Mercurio y La Tercera. La selección de estos dos periódicos se justifica porque son plataformas en las que se publican, difunden y circulan ideas y discursos de miembros de Ideas Republicanas. De esta forma, se analizó la producción intelectual de este think tank, como también se identificaron ideas reiterativas que permiten comprender el marco ideológico de esta derecha republicana.
3. Resultados
3.1. Estado de derecho, seguridad pública y orden
Hay una fecha clave en la historia reciente de Chile: el 18 de octubre de 2019. Un acontecimiento que Ideas Republicanas (2022a) explica porque "fallaron los políticos" (p. 18). Este discurso evidencia un claro sentimiento antiélite, culpabilizando a la clase política de "la crisis general de representatividad que siente la ciudadanía respecto de todos los sectores políticos" (Ruta Republicana, 2021, p. 28). Pero, además, el estallido social representa, a su juicio, la deriva del orden nacional y el deterioro de la sociedad, sus valores, tradiciones e instituciones. Es explícito el recurso a la prosopopeya o personificación, como figura retórica, para atribuir a Chile la característica de un ser que camina sonámbulo y perdido: "Chile está irreconocible" (Rojo Edwards, 2021b, p. 11). Este diagnóstico es una idea recurrente que atribuye su estado crítico a la "escalada de violencia que vivimos desde octubre de 2019" (Ideas Republicanas, 2022a, p. 9).
Desde entonces, la imagen general del país está caracterizada por la inseguridad: "Atrás quedó el tiempo en que nuestro país era reconocido como uno de los más seguros en América Latina", sentencian (Ideas Republicanas, 2023a, p. 3). Esta inseguridad tiene varios frentes: el producido por el estallido social, el terrorismo de la macrozona Sur, la violencia del crimen organizado y la delincuencia, relacionando esta última con la inmigración. De hecho, este think tank reconoce "el aumento de la preocupación ciudadana respecto de la necesidad de enfrentar el problema de la delincuencia como principal prioridad" (Ideas Republicanas, 2022b, p. 12). Es un discurso que, además, conecta con la narrativa desplegada por José Antonio Kast durante la elección presidencial de 2021, momento donde señalaba que
[...] en la elección de noviembre nos jugamos cómo será el Chile de los próximos 20 años. Por un lado, aquellos que quieren refundar todo y que van a seguir destruyendo, de manera irresponsable, todo el progreso que nos costó construir entre todos los chilenos. Por otro lado, nuestra candidatura, que busca con sensatez y responsabilidad recuperar con fuerza el crecimiento, generar miles de empleos y restablecer el orden, la seguridad y el Estado de Derecho. (Kast, 2021)
Ideas Republicanas va a reforzar estas propuestas instalando fuertemente la siguiente narrativa: la desconexión de la pasada Convención constitucional, de la campaña del Apruebo y del gobierno de Gabriel Boric con los reales problemas de la ciudadanía5. De esta forma, reconocían al "mismo Presidente Gabriel Boric, principal vocero del Apruebo" (Ideas Republicanas, 2022a, p. 8) y acusaban "a un gobierno que ha actuado con desapego total de las necesidades y urgencias sociales" (Ideas Republicanas, 2022b, p. 12). En cambio, se perciben a sí mismos capaces de captar las demandas ciudadanas para "sacar a Chile de este letargo" (Rojo Edwards, 2021b, p. 11). Pues como bien señala Cristián Valenzuela, "en la construcción de nuestro proyecto está el esfuerzo sincero de poder interpretar a más y más gente" (Celedón, 2023, p. C4). Incluso explican el rendimiento electoral que tuvo el Partido Republicano en las elecciones de Convencionales constitucionales de mayo de 2023 por esta faceta virtuosa de saber entender a la gente (Valenzuela, 2023).
En tal sentido, Ideas Republicanas opera, por un lado, como una antena atenta a la realidad, ya que como bien explica el mismo Valenzuela: "Una cosa es la percepción política, y otra es la percepción social" (en Celedón, 2023, p. C4). Y, por otro lado, funciona como un megáfono del Partido Republicano, siendo clave para su estrategia comunicativa. Actúa, tal y como señala Felipe Costabal, creativo del partido, como "un amplificador de lo que el partido diseña y tratamos de llegar a la mayor cantidad de gente posible" (Vial, 2023, p. D10). Por ello, este think tank fomenta en sus discursos la agenda de seguridad que guía al partido, leyendo esa prioridad de las personas, pero también extendiendo la percepción de inseguridad en el país: "El aumento en la comisión de los delitos más violentos, como los homicidios, los secuestros y la trata de personas con fines de explotación sexual, viene a demostrar que enfrentamos una crisis de seguridad de proporciones gigantescas" (Ideas Republicanas, 2023a, p. 3). "Los secuestros aumentaron durante el 2022", añaden (Ideas Republicanas, 2023c, p. 8). Mientras que los
[...] homicidios del pasado año 2022 demuestran con claridad un cambio en el paradigma: ya no se manda a matar por cuestiones pasionales o de dinero, ahora este tipo de crimen está vinculado a la operación de organizaciones criminales complejas, dedicadas, entre otras cosas, al narcotráfico. (Ideas Republicanas, 2023d, p. 4)
Igualmente, estos discursos enfatizan nuevas formas de criminalidad y la existencia de redes criminales provenientes de otros países latinoamericanos, por lo que enmarcan la idea de la inmigración como sinónimo de violencia:
Las investigaciones comenzaron a demostrar que muchos de estos delitos se asociaban a ajustes de cuentas entre bandas rivales, y que eran "crímenes por encargo", muy diferentes a los que se acostumbraba a ver en nuestro país. Esta vez eran cometidos de formas extremadamente violentas, las que sólo eran equiparables a los crímenes cometidos por peligrosos cárteles de narcotraficantes mexicanos, colombianos o venezolanos. (Ideas Republicanas, 2023d, p. 4)
A lo que concluyen: "la migración ilegal es un serio problema que enfrenta nuestro país, el que empeora cuando los extranjeros son los que participan en la comisión de delitos" (Ideas Republicanas, 2023c, p. 3). Este tipo de discursos fomenta el rechazo a la inmigración al asociarla, directa o indirectamente, con prácticas violentas y no deseadas. Además, sitúan la criminalidad como una práctica ajena y distante del ethos nacional, lo que crea una imagen generalizada de la amenaza extranjera como ajena y perjudicial a lo "chileno". Y aquí, precisamente, se instala otro discurso en materia de seguridad clave de este think tank y del Partido Republicano: la incapacidad del actual gobierno en preservar la seguridad ciudadana. La siguiente cita es reveladora: "el fracaso en materia de seguridad pública y las principales aristas de la crisis de inseguridad que tiene al gobierno con un bajo apoyo ciudadano" (Ideas Republicanas, 2022b, p. 12).
Siguiendo esta línea, Ideas Republicanas (2022b) no duda en proyectar de manera recurrente la imagen de un gobierno fracasado: "Luego de 100 días de gobierno, Gabriel Boric evidencia un fracaso evidente en el despliegue de su agenda programática y exhibe, en la agenda de seguridad, el punto más crítico del cuestionamiento que recibe de la ciudadanía" (p. 16). Se cuestiona al actual gobierno por su bajo apoyo ciudadano, pero también por incumplir sus promesas electorales: "los avances son escasos o nulos, quedándose las promesas en meras declaraciones y no en avances concretos", remarcan (p. 4). Al mismo tiempo, desacreditan a este gobierno por su juventud, inexperiencia y por tener "un desconocimiento profundo con respecto a la forma en que opera el crimen organizado que azota a Latinoamérica". Asimismo, le critican que las leyes en materia de seguridad han sido "solo ajustes cosméticos" (Ideas Republicanas, 2023c, p. 12).
Ideas Republicanas propone también mayor claridad en los requisitos de la legítima defensa. Con ello abren la discusión del porte legal de armas para que toda persona pueda defenderse. En tal sentido, apuestan por reformar la legislación vigente sobre el uso de armas:
La legítima defensa enfrenta una serie de problemas en la actualidad. Los cambios en los métodos utilizados por los delincuentes, el aumento del poder en el fuego y la creciente sensación de inseguridad en la población han planteado desafíos para esta institución. (Ideas Republicanas, 2023a, p. 1)
Ante la "crisis de inseguridad" que vive el país intentan simplificar una cuestión compleja (Ideas Republicanas, 2022b, p. 1). Estos discursos simplificadores de la realidad social son recurrentes, a la par que emplean recursos y frases reiterativas con un tono alarmista.
Los discursos sobre la inseguridad que padece Chile -como personificación- se relacionan con otra narrativa que Ideas Republicanas maneja también en su estrategia comunicativa: apelar al cumplimiento del Estado de derecho. Incluso es un fundamento ideológico clave para comprender a esta derecha radical: "uno de los principios rectores de la derecha republicana/patriota es la defensa irrestricta del Estado de Derecho, entendiendo por éste el orden político-jurídico que mantiene la paz al interior de una comunidad" (Rojo Edwards, 2021b, p. 11). De tal forma, la seguridad está relacionada con la necesidad de que las leyes se cumplan, pero también la "certidumbre jurídica" tiene que ver con "emprender e invertir" (Nahuelhual, 2023), como apunta Valenzuela. Este think tank (Ideas Republicanas, 2023c) remarca e insiste en que el "Estado tiene el deber Constitucional de entregar protección a las personas, sin embargo, no hay suficientes carabineros, policías, ni el Estado se hace presente en todas las partes en que debería estar" (p. 7). Es recurrente la imagen que construyen sobre individuos indefensos. El Estado no les protege. Tampoco las leyes, ni la justicia. La solución está en recurrir a la legítima defensa y al porte de armas.
Este discurso también es utilizado para el conflicto en la Araucanía, en la zona sur de Chile, donde "hay grupos que han utilizado como excusa las denominadas reivindicaciones territoriales mapuches con el objetivo de ejecutar actos de violencia terrorista" (Ideas Republicanas, 2022c, p. 9). Precisamente, tildan como "fracaso en la Macrozona Sur", culpabilizando al gobierno del incumplimiento del Estado de derecho (Ideas Republicanas, 2022b, p. 14). Este relato se entremezcla con otro potente discurso que despliega este think tank: las reivindicaciones territoriales mapuches son usadas engañosamente. Una vez más se intenta simplificar una cuestión compleja sin abordar los matices. Se observa una clara intención de deslegitimar las demandas de los pueblos originarios al enmarcarlas en un contexto de violencia y terrorismo.
Además, frente a los cambios culturales y políticos que demandan un reconocimiento y respeto hacia la diversidad del país se refuerza la idea de un "Chile unido e indivisible", al excluir y marginalizar otras voces y perspectivas. No extraña que esta narrativa valore
[...] el restablecimiento de la gobernabilidad, el orden público, el respeto a la ley, la paz social, la seguridad nacional y la probidad gubernamental, instituciones y nociones bases de nuestra historia republicana, aquellas que hicieron de nuestro país un oasis en el concierto latinoamericano desde el siglo XIX. (Rojo Edwards, 2021a, p. 19)
La metáfora del oasis remite a un país calmo en un continente inhóspito, un país además con un pasado glorioso, inserto en los carriles de la modernidad y de "la herencia del mundo greco-latino-judeo-cristiano-occidental-mestizo" (Ruta Republicana, 2021, p. 30), y en el que no hay un reconocimiento explícito a los pueblos originarios.
3.2. El papel del Estado
Otro cuestionamiento no menor que formula Ideas Republicanas (2023e) es la crisis del Estado en Chile. Los discursos, en este tema particular, van a girar sobre un Estado incapaz, mal administrador, ineficiente, derrochador y que requiere reformas profundas. Al ser asumible el diagnóstico sobre la necesidad de la modernización del Estado y una mayor transparencia del uso de recursos públicos, la narrativa opera como un altavoz que aumenta los contornos críticos de la realidad. Así, por ejemplo, cuestionan las "altas remuneraciones en el Estado", poniendo el foco en los "jefes de gabinete y asesores directos, coordinadores, de Ministros de Estado y Subsecretarios", cargos que son utilizados como "pitutos" o "pago de favores políticos" (p. 8). Se sobreentiende que el problema se encuentra en los niveles altos y estratégicos del gobierno con "altas remuneraciones, sin que ellas cuenten necesariamente con experiencia, conocimiento y/o preparación previa" (p. 8), sugiriendo que hay personas en posiciones de poder que no tienen las calificaciones necesarias. De esta forma, se teje una fuerte crítica hacia la gestión interna del Estado, sobre todo ante un sector público que ha ido creciendo en tamaño y en nuevos puestos de empleo.
Para Ideas Republicanas (2023f) el crecimiento del sector público contrasta con una situación económica general preocupante para el país, con desaceleración en la actividad económica, con inflación y con desocupación: "Esta desaceleración del crecimiento de nuestro país se explica -en parte- por la cantidad de intervencionismo legislativo, reformas tributarias, la expansión del gasto público y el crecimiento desmedido del aparato estatal" (p. 7). Esta visión se asocia con un discurso más amplio a favor de la economía de mercado y de la minimización del papel del Estado en la economía, "donde resulta urgente elegir entre dos rutas: el estatismo empobrecedor o la libertad que posibilita que cada persona desarrolle su máximo potencial. En fin, el socialismo o la democracia liberal" (Rojo Edwards, 2021b, p. 14). Eduardo Guerrero, director de Ideas Republicanas, complementa esta imagen:
Y un punto sumamente importante es tener un Estado moderno, eficiente, eficaz, transparente, porque eso se traduce en un buen gasto público. Una de las caricaturas que se nos hacen es que queremos un Estado pequeño. Lo cierto es que la izquierda y sobre todo la extrema izquierda creen en un Estado grande, gigante, como un botín electoral donde puedan desarrollar sus ideas, su discurso ideológico y puedan repartir cargos. (En Lefin, 2023, p. B8)
En el contexto del debate constitucional de 2022, Ideas Republicanas recurrió a esta imagen negativa del Estado, atacando "a socialistas y deconstruccionistas por convertir al Estado en el ente rector de la vida y formación" (Rojo Edwards, 2021b, p. 13). En tal sentido, advertían de "la importante ‘grasa estatal’ que se va a generar de ser aprobada la Constitución de la Tía Pikachu y Malucha Pinto" con "más políticos, [y] más sueldos que pagar con nuestros impuestos" (Ideas Republicanas, 2022a, p. 10). No tienen reparos, incluso, de señalar la "transformación social totalitaria" que amenaza a Chile (Ruta Republicana, 2021, p. 25). Esa idea se mantuvo férreamente durante el año 2023 en el marco del segundo proceso constitucional, cuando algunos debates versaron sobre el Estado social y democrático de derecho, el cual "no se debe interpretar como consagrar en la Constitución un Estado socialista" (Lefin, 2023, p. B8), aclara el propio Guerrero.
El Estado es siempre presentado como una entidad que, por su naturaleza intervencionista, puede ser considerada derrochadora o "fofa", impidiendo el desarrollo económico. Toda esta narrativa de un Estado que entorpece la iniciativa privada y la actividad del mercado se conecta con una valoración positiva del modelo neoliberal, implementado en el contexto de la dictadura y entendido como un sistema económico basado en el libre mercado, que ha prevalecido en Chile durante varias décadas y cuyo actor protagónico son los grandes grupos económicos (Morales et ál., 2023). La siguiente cita es reveladora:
La receta exitosa probada del libre mercado en Chile ha sido cuestionada y la fórmula del proceso de mercado en vez de desarrollarse aún más ha sido reemplazada por la sentimentalización de la política y el populismo (ello se ve con mayor claridad particularmente desde el 18 de octubre de 2019). (Ideas Republicanas, 2023f, p. 7)
A través de este discurso, se interpreta dicho acontecimiento como una derivación emocional y populista, minimizando sus demandas. Además, se infiere un halo de superioridad y éxito del libre mercado, como asimismo se critica a "un gobierno [el de Boric] que se ha declarado abiertamente como anti privado" (Ideas Republicanas, 2023b, p. 6). También estos discursos confirman, por supuesto, una definición ideológica de esta derecha republicana, como así muestra Cristian Valenzuela: "El estallido, en cierta manera, fue un proceso más político que social, relevó ciertas materias y casi todos los sectores políticos dijeron que la Constitución era la solución a todos los problemas" (en Celedón, 2023, p. C4). Igualmente, estos discursos conectan con una defensa de la actual Constitución, instaurada en 1980 en el contexto de la dictadura y que, según el propio Valenzuela, "viabilizó el desarrollo del país en las décadas pasadas" (en Nahuelhual, 2023).
Se observa, en la concatenación de discursos, la construcción de la imagen de un Estado interventor -y también de un gobierno interventor- que provoca efectos no deseados, como recesión y crisis económica. No dudan, entonces, en apelar a una "resistencia civil" que ponga "límites al poder del Estado, el burócrata y/o el soberano por medio del principio de subsidiariedad" (Ruta Republicana, 2021, pp. 27, 30). Es una clara declaración a favor de un Estado subsidiario, cuyos fundamentos son recogidos precisamente por la Constitución de 1980, y donde los grupos intermedios y la sociedad civil -los privados- son los motores de la actividad económica, dada su "capacidad y hambre de crecimiento [...] sin cuyo esfuerzo, determinación y amor por sus familias, la implementación de cualquier sistema bondadoso habría sido completamente estéril" (Ruta Republicana, 2021, p. 30).
En consecuencia, Ideas Republicanas teje una narrativa que traza la semblanza de un gobierno sentimentalista, populista, deudor del llamado "octubrismo", "antiprivado", que fomenta el derroche estatal y que entorpece la receta exitosa y probada del libre mercado en Chile al poner obstáculos a los grupos intermedios de la sociedad civil. Así, desde el manifiesto Ruta Republicana (2021) critican el "continuo fracaso del viejo marxismo por convocar a la insurrección en términos estrictamente económicos en sociedades con un continuo ascenso de las clases medias" (p. 25). La "nueva izquierda divide a la ciudadanía", sentencian (p. 25). También se percibe una nostalgia por el pasado, especialmente, los años noventa o dos mil, antes de las movilizaciones estudiantiles de 2006, 2007 y 2011 que iniciaron un "proceso político de corte deconstruccionista y de naturaleza colectivista" (p. 26).
Ideas Republicanas interviene con discursos que lentamente proyectan la imagen de un Estado que efectúa "políticas públicas inútiles y nocivas que disparan el gasto público, las cuales han sido implementadas sin importar la oposición de amplios sectores de la sociedad civil" (Ruta Republicana, 2021, p. 24). Dibujan un Estado derrochador y cuya gestión es lenta y deficiente. No dudan entonces en declarar "la reducción del gasto público, [la] creación de un Estado moderno al servicio de las personas, [la] disminución de impuestos y eliminación de regulaciones y [la] focalización del gasto social en los que más lo necesitan" (Rojo Edwards, 2021a, p. 19). En tal sentido, este think tank maneja una visión de un Estado subsidiario que focaliza la intervención social y que es favorable a la colaboración público-privada en temas económicos y de provisión social bajo el lema de la libertad de elegir: "la libre elección de servicios básicos como la educación y la salud", por ejemplo (Rojo Edwards, 2021a, p. 19). Son discursos inclinados hacia la iniciativa privada, como sucede con el sistema de salud privado y las Instituciones de Salud Previsional (Isapres), o con el sistema privado de ahorros previsionales y las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP). Por ejemplo, ante cualquier crisis de gestión pública recurren a la exageración: "deficiente gestión del Ministerio de Salud!" (Ideas Republicanas, 2023b, p. 1); o "Nuestros ahorros irán a un sistema que no considerará nuestro trabajo y esfuerzo a la hora de repartir. Tampoco podremos escoger quién administra nuestros ahorros, lo hará siempre el Estado" (Ideas Republicanas, 2022a, p. 7).
La narrativa negativa elaborada sobre el Estado es completada, además, por ser un ente que oprime la libertad individual, porque como bien indica Eduardo Guerrero:
Nosotros creemos en la libertad en mayúsculas. Esto significa, por ejemplo, que a nivel de educación creemos en que las familias deben poder elegir el proyecto educativo para sus hijos. En materia de salud, creemos que el Estado, y como sociedad, debemos garantizar a todos nuestros compatriotas el acceso a una buena salud, que no necesariamente implica que deban atenderse en un recinto público. (Lefin, 2023, p. B8)
El foco está puesto en destacar la eficiencia de la iniciativa privada en áreas como la salud, los ahorros previsionales y, por supuesto, la educación. De hecho, Ideas Republicanas (2022a) criticaba de la anterior propuesta constitucional una "educación prisionera del Estado", que obligaba, especialmente a estudiantes de primaria y secundaria, "a ser parte de una educación estatal que hace décadas no está a la altura" (p. 11). Es un discurso alarmista dirigido a los padres, enfatizándoles la mala calidad del sistema de educación pública proporcionada por gobiernos de "izquierda" (Ideas Republicanas, 2023g, p. 2).
3.3. Valores, visión de la sociedad deseada y activismo en la batalla cultural
Los siguientes discursos dan cuenta de la función estratégica de Ideas Republicanas en la batalla cultural: "Ante el avance del socialismo, con su sombra de pobreza y autoritarismo, la Ruta Republicana se erige como proyecto político, social, económico y cultural innovador" (Rojo Edwards, 2021b, p. 14). De esta manera, articula distintos discursos valóricos que dan cuenta de cómo la agenda cultural internacional tiene su veta propia y son leídos en clave nacional y también en perspectiva regional. En dicho marco, este think tank elabora una narrativa contra la "corrección política que pretende acallar voces que resulten incómodas" (Ruta Republicana, 2021, p. 26), posicionándose contra la "hegemonía cultural alcanzada por el consenso progresista" (Rojo Edwards, 2021a, p. 17). Critica al "estatismo y al socialismo latinoamericano", que tiene en el Foro de São Paulo "un instrumento de promoción ideológica, donde predomina sin lugar a dudas, el Socialismo del Siglo XXI y sus trazas" (Ideas Republicanas, 2023h, pp. 2, 9). Son "ideas añejas" que en el caso chileno representa el gobierno de Gabriel Boric (Lefin, 2023, p. B8). Añaden:
Como alternativa al consenso progresista y socialista que hoy se consolida en la región, es perentorio proponer soluciones de naturaleza política, confrontando con convicciones e integridad aquel entorno hostil para las ideas de la libertad y los valores constitutivos de sociedades libres y democráticas. (Ideas Republicanas, 2023h, p. 9)
En estos discursos se entrevé también una crítica sostenida al "abandono de la derecha tradicional o ‘vieja derecha’ de las creencias, ideas y cultura", como "una de las causas del dramático estado actual de Chile" (Ruta Republicana, 2021, p. 27). El diagnóstico, recogido en Ruta Republicana (2021), es por lo tanto claro: "Solo un trabajo cultural enfocado en la restitución de la integridad del Ser Humano puede llevar a cabo esta proeza de la cual no podemos abstenernos" (p. 29). Cuestionan a esa derecha tradicional que abdicó de la tarea cultural y que intentó "hacer propias" las banderas de la izquierda con tal de "subirse a los nuevos tiempos" y así no perder su cuota de poder e influencia, sacrificando sus ideas fundamentales. Hoy día, la derecha solo tiene fuerzas para reaccionar a las propuestas del consenso progresista y de ahí el apelativo de "derecha reaccionaria" (p. 28). Ante esta "derecha reaccionaria" se contrapone una "derecha republicana", que asume el reto de defender "los tres principios que, entendemos, históricamente han conformado la derecha: la República, la Libertad y la Familia" (Rojo Edwards, 2021a, p. 18).
Ante este escenario, perciben como necesario "el recrudecimiento de la batalla ideológica" en "tres campos de batalla en los que confluye la promoción de valores y principios como la Libertad, el Estado de Derecho y la Familia" (Ruta Republicana, 2021, pp. 27, 29). Estos fundamentos ideológicos comprenden, como estamos viendo, la
[...] preponderancia del individuo y la comunidad por sobre el Estado, el rol central de la familia en la formación del tejido social, la conformación de un modelo económico inclusivo basado en la libertad, la propiedad privada y el emprendimiento, y el respeto al Estado de Derecho para garantizar la paz social y la seguridad de todos los chilenos. (Rojo Edwards, 2021a, p. 17)
Por supuesto, es una batalla cultural en la que esperan que se sumen "todas las fuerzas de derecha, sea esta conservadora, liberal y republicana/patriota" (Rojo Edwards, 2021a, p. 21). El siguiente pasaje de Rojo Edwards (2021b) es esclarecedor de cómo este proyecto ideológico se apropia de esas corrientes de pensamiento, las ensambla y ofrece una nueva retórica:
De la derecha conservadora, el proyecto republicano toma el sentido de trascendencia, la defensa irrestricta de la familia y su importancia dentro del tejido social, así como la preocupación preferencial por el más vulnerable. Por su parte, los liberales clásicos aportan la defensa de la libertad, la justicia social y la preponderancia del individuo sobre el Estado. Así como la propiedad privada es un elemento fundamental para defender la libertad, la valoración del esfuerzo y el trabajo son claves para alcanzar una verdadera justicia social. Los Republicanos proponemos enfrentar el modelo basado en la expansión y control estatal, por otro sustentado en las pequeñas y medianas empresas (Pymes). Estas ocupan un rol central en nuestra propuesta en tanto máxima expresión de inventiva e impulso emprendedor de los chilenos. (p. 12)
Esta hibridación de tradiciones de las derechas chilenas es la que Ideas Republicanas y el Partido Republicano etiquetan bajo la categoría de "republicanismo" (Ruta Republicana, 2021, p. 31). "En la derecha republicana aspiramos a ser populares ante los anhelos de la población, no aspiramos a ser de izquierda o compartir sus planteamientos" (El Mercurio, 2021, p. D12), asegura José Antonio Rojo Edwards. Es una propuesta ideológica que incluye un tono místico: "muchos seguimos soñando, irreductibles, con un Chile que pueda llevar su potencialidad a la máxima expresión, convirtiéndose en un faro luminoso que irradie progreso y cultura alrededor del mundo" (Ruta Republicana, 2021, p. 31). Se trata de un ensamblaje entre los marcos ideológicos de esta "nueva" derecha republicana -proporcionados por su radicalidad, por los contornos de la batalla cultural y por el contenido de una cierta idea de "misionereidad"-, con la tradición de la "derecha economicista" o "chicagogremialista" y su visión triunfalista del modelo económico neoliberal (Bustamante, 2022; Herrera, 2020)6. Con el concepto de "republicanismo" entendemos cómo esquemas ideológicos previos son renovados en la actualidad. El siguiente pasaje de Ruta Republicana (2021) muestra este hilo de continuidad al reconocer a los Chicago Boys7 el lograr la modernización económica en Chile:
Ruta Republicana, a la usanza de El Ladrillo, texto de economía política elaborado en la década del setenta por un grupo de jóvenes economistas de Chicago, el cual constituyó la base del modelo económico y social imperante en Chile hasta las reformas estructurales implementadas a mediados de la década pasada, sienta las bases de un proyecto integral de gobierno a corto, mediano y largo plazo. (p. 21)
Aquí destaca la identificación del éxito de la modernización capitalista y su origen en la dictadura. Es un discurso que ha calado en la sociedad chilena y que este think tank reproduce mezclándolo con el afán de recuperar esa grandeza. Es un argumento no demasiado original y, por tal motivo, Ideas Republicanas combina el ataque discursivo a la "vieja derecha" o "derecha débil" que desatendió ese pasado con otro discurso igualmente combativo frente a la hegemonía de la izquierda nacional y latinoamericana que pretende desmontar "un modelo de desarrollo basado en la responsabilidad individual" (Ruta Republicana, 2021, p. 30). Por tal motivo y bajo el contexto de la discusión constitucional, actuó bajo códigos propios del activismo social, instalando discursos que alarmaban a la población en el caso de ganar la opción del Apruebo. Expresiones como "peligra Chile", "la borrachera constitucional se apoderó de la clase política", o "la hoja en blanco no era un cheque en blanco" son ejemplos de ello (Ideas Republicanas, 2022a, pp. 1, 4 y 2).
Ideas Republicanas, en consecuencia, se movilizó a favor del Rechazo de la propuesta de nueva Constitución en el plebiscito del 4 septiembre de 20228. Como así reconocía Cristián Valenzuela, su posición estuvo en "poner en relevancia los malos contenidos que se están construyendo en la Constitución que les van a afectar a muchas personas" (en Faúndez, 2022). De hecho, definieron esa propuesta de Constitución como una "Constitución Antidemocrática", con un sesgo "estatista" y "socialista" que ponía en peligro la libertad individual y la propiedad privada. De hecho, la defensa de la propiedad privada es, justamente, otro valor fundamental de la derecha republicana, sobresaliendo incluso una suerte de "ideología del propietarismo", la cual remontan a la "historia de nuestro ordenamiento jurídico [el cual] ha tenido como eje central desde sus orígenes más remotos el respeto, protección y promoción de la propiedad privada" (Ideas Republicanas, 2022a, p. 8). El remontarse a tiempos inmemoriales extrapola un razonamiento de cómo deben ser las cosas, y que se relaciona con un cierto tufo romántico y nacionalista.
Otro patrimonio fundamental que defiende Ideas Republicanas es el valor de la familia como "núcleo de la sociedad, [mientras que] las PYMES deben ser el núcleo del acuerdo económico, social y productivo" (Rojo Edwards, 2021b, p. 12). Ante un contexto donde el feminismo y las diversidades sexuales son una bandera de lucha que representan cambios culturales en marcha, este think tank produce un discurso alarmista por la ruptura de la familia provocada por "múltiples movimientos sociales de las denominadas ‘disidencias’ y ‘minorías’ de ‘oprimidos’" (Ruta Republicana, 2021, p. 25). Es evidente el ataque a la llamada "ideología de género" y a la "política de las identidades" de la "izquierda deconstruccionista" (Ruta Republicana, 2021, p. 26). Al ser hoy día centrales las desigualdades de género y los derechos LGTBIQ+, este think tank critica a estas luchas y movimientos sociales por mayor justicia y reconocimiento (Ideas Republicanas, 2022d).
El feminismo y las movilizaciones sociales en torno a los derechos sexuales y reproductivos son vistos como una amenaza frente a la familia y también frente a la vida misma. Manejan una imagen tradicional y conservadora de la familia. Atacan al "lobby abortista" por promover "una cultura que ofrece la muerte como solución. Es desproteger y atacar directamente a quien no tiene cómo defenderse, negarle su derecho a existir y a vivir" (Ideas Republicanas, 2022a, p. 12). De hecho, fueron muy críticos de la Constitución de la pasada Convención, por lo cual indicaron que "en ninguna parte del texto se protege o reconoce la vida del que está por nacer". Incluso utilizan la ironía para señalar que "no protege la vida del que está por nacer, [pero] entrega derechos a los árboles y animales" (Ideas Republicanas, 2022a, p. 12). Frente a la "cultura de la muerte" contraponen lo que se puede denominar una "cultura por la vida", la cual responde a "un orden connatural" en el que consideran "que la vida humana y la familia son los fundamentos de la sociedad, por ende, deben ser protegidas y defendidas a todo evento" (Rojo Edwards, 2021a, p. 20).
Además, proponen un "cambio de paradigma" que ponga "a la familia como centro de las políticas públicas, conscientes [de] que toda la sociedad se beneficia si los pequeños núcleos sociales crecen, se extienden y se multiplican" (Ideas Republicanas, 2023i, p. 3). Sus antecedentes se sitúan en el gremialismo chileno de ayer y en la Hungría de hoy de Viktor Orbán:
Hungría es un país para seguir mirando de cerca y digno de imitar si lo que queremos es proteger no solo la vida desde la concepción, sino el desarrollo pleno de cada uno de los integrantes de la sociedad, generando círculos virtuosos. (Ideas Republicanas, 2023i, p. 6)
La fijación por ese país europeo no solo se debe a sus "ambiciosas -y exitosas- políticas profamilia" (Ideas Republicanas, 2023i, p. 2), sino también al rol central de la religiosidad y de los valores católicos. A su vez, Hungría simboliza el triunfo de la libertad frente a la amenaza comunista. Son discursos que recogen un tradicionalismo ideológico que se resiste a caducar y que, por el contrario, insisten en defender "lo que somos, nuestra cultura, tradición e historia patria" (Rojo Edwards, 2021b, p. 13).
4. Conclusiones
En este artículo, el cual tuvo un alcance exploratorio, se analizaron las ideas y los discursos más representativos que difunde Ideas Republicanas desde su creación en 2019. Como se pudo apreciar, este think tank ha elaborado un relato bien armado y acorde a un contexto de polarización política, de debilitamiento institucional y de estancamiento económico que ha caracterizado al Chile de los últimos años (Avendaño y Osorio, 2021). La advertencia de vivir en una constante crisis y en un país sin rumbo fue recurrente en sus discursos. Igualmente, tejió una narrativa alrededor del estallido social de octubre de 2019 y los hechos de violencia e inseguridad que han preocupado a la opinión pública desde entonces. De esta forma, ideó discursos que han promovido la defensa del Estado de Derecho, el orden público, la propiedad privada, la libertad individual y la economía basada en el libre mercado. Además, los cimientos ideológicos de esta derecha republicana se asientan también en la defensa de la vida y de la familia.
A su vez, Ideas Republicanas complementa tanto la difusión de las ideas de esta derecha radical como la crítica al "adversario" y al "enemigo": un rasgo distintivo de este centro es elaborar discursos de polarización política. En tal sentido, critica a la derecha tradicional, reconociéndola como una "derecha débil" y sumisa a la "nueva hegemonía progresista" (Stefanoni, 2021, p. 65). Al mismo tiempo, ha instalado una narrativa opositora al gobierno de Gabriel Boric, a la anterior Convención constitucional y a todo pensamiento progresista. Ha desarrollado también una retórica muy combativa contra los feminismos, ya que son "fuerzas disgregadoras que hay que combatir" (Sanahuja y López Burian, 2023, p. 30), como también a "planteamientos decoloniales" que amenazan la unidad nacional (Sanahuja y Stefanoni, 2023, p. 10). Su trinchera es clara: atacar a la hegemonía cultural de la izquierda. Si bien el "antiprogresismo" ha sido utilizado como el "pegamento" de una variedad de sus discursos (Stefanoni, 2023, p. 78), apareció como categoría emergente el concepto de "republicanismo" como paraguas doctrinario en el que se pueden ensamblar distintas corrientes ideológicas de las derechas chilenas.
Se puede discutir, entonces, la capacidad que ha tenido este think tank a la hora de articular distintos discursos, transformarlos en sentido común, y ayudar a convertir a una derecha no electoral en una derecha con rendimiento electoral. De esta manera, creemos que su gran función ha sido reclamar el lugar hegemónico de la llamada "derecha economicista" o "chicagogremialista" (Bustamante, 2022; Herrrera, 2020), defendiendo la "revolución capitalista" que impuso el modelo neoliberal en la dictadura (Gárate, 2012). Ha actualizado ese pensamiento, lo ha adecuado a los cuestionamientos de los últimos gobiernos democráticos y ha adaptado sus marcos al debate del Chile postestallido (Bustamante, 2023a; Bustamante, 2023b; Durán, 2020; Herrera, 2014). Ha operado, asimismo, como un alquimista que ha mezclado exitosamente distintos elementos ideológicos que cuentan con recorrido en el debate público. Por ejemplo, la defensa del modelo implementado en dictadura da cuenta de un "autoritarismo residual" que pervive cultural, social y políticamente en la sociedad chilena y que algunos autores han denominado como "postpinochetismo" (Garretón, 2007).
Además, este ejercicio analítico permitió comprender a Ideas Republicanas como un think tank partidario del todo atípico a lo que indica la literatura especializada (Barreda y Ruiz, 2022; Echt, 2020), al ser un centro muy caracterizado por la batalla cultural. Tiene discursos conservadores que giran "en torno a los problemas de violencia y desorden público" (Barreda et ál., 2023, p. 137); pero su "construcción narrativa" también está muy motivada por las "guerras culturales" (Sanahuja y López Burian, 2023, p. 32). En síntesis, ha estado componiendo una "narrativa contrahegemónica" que ha prosperado en Chile bajo un "contexto de desafección democrática aprovechando una coyuntura fluida en la que la opinión pública se mostraba crecientemente preocupada por la alteración del orden público y el aumento de la violencia" (Alenda, 2023, p. 150). Un lugar muy importante en toda esta narrativa ha sido, por supuesto, fomentar "discursos securitarios frente a la inmigración" (Sanahuja y López Burian, 2023, p. 18).
Por todo lo visto, podemos caracterizar a Ideas Republicanas como un "think tank partidario híbrido", que sigue estrategias comunicativas de la batalla cultural acordes a los centros de abogacía (que defienden a ultranza sus ideas), con otras funciones propias de un centro tipo observatorio (que ausculta la realidad social) (Salas-Porras, 2018). Aunque en su producción ideológica destaca el manifiesto Ruta Republicana, todavía le falta más desarrollo programático y de propuestas, ya que está muy permeado por la coyuntura. Incluso podemos conceptualizarlo como un "think tank partidario activista", por el tono misionero de sus discursos y también por desplegar narrativas propias del activismo (Salas-Porras y Giordano, 2022). Pues este centro considera que su principal tarea es resistir a la "hegemonía progresista" desde el terreno de la cultura. Percibe entonces la necesidad de encabezar una cruzada o "contrarrevolución cultural" (Stefanoni, 2023, p. 69) contra el viejo comunismo que hoy vuelve bajo la forma del llamado "marxismo cultural" (Stefanoni, 2021, p. 37). En dicho contexto, Ideas Republicanas brinda argumentos que disputan el sentido de rebeldía a la izquierda, denuncia al estatismo y al socialismo chileno y latinoamericano. Al mismo tiempo, hay lugar también en su narrativa para contenidos de esta "cruzada moral", ya que la idea del bien y la moral se vinculan a la misión de la familia tradicional proporcionada por el catolicismo como medio para reconducir a la sociedad hacia el orden, la nación o la grandeza de la patria.
Creemos que Ideas Republicanas ha jugado también una función muy importante en la construcción de la imagen pública de José Antonio Kast como candidato presidencial y en el crecimiento de la derecha republicana. El trabajo de este centro ha fortalecido la identidad de "una derecha radical con un perfil marcadamente identitario y contrapuesto a esa centroderecha pragmática, cuya flexibilización no dejó de producir tensiones en el electorado tradicional del sector y en algunos de sus cuadros dirigentes" (Alenda, 2023, p. 154). Ha ayudado, sobre todo, a que el "republicanismo" sea una marca ideológica propia y reconocida por el electorado y la opinión pública chilena. Además, estimamos que este proyecto ideológico de derecha radical llegó para quedarse, pues, como bien se manifiesta en Ruta Republicana (2021), están preparando "un futuro a largo plazo" (p. 29).
Faltan todavía estudios sobre la función legislativa de este think tank y sobre la asesoría a convencionales y expertos durante el proceso constitucional. Así, a Ideas Republicanas, al igual que al Partido Republicano, todavía le falta experiencia en tareas de gobierno (Echt, 2020). Igualmente, esperamos en próximos trabajos descifrar cómo el "republicanismo" o "mundo republicano" ha ido entrelazándose con otras organizaciones y movimientos ciudadanos en la construcción de una nueva fuerza de derecha radical exitosa en Chile. Pues en el análisis cualitativo realizado emergieron menciones a distintas plataformas, como, entre otras, Con mi Plata No, el Movimiento Ciudadano Salud Libre, #NadieMeContó, o Fundación Cuide Chile, lo que infiere en cómo este think tank ha canalizado demandas relacionadas con la libertad de elegir en prestaciones de previsión social, salud o educación, como también reclamos de movimientos provida. Por lo pronto, aquí exploramos a este centro de pensamiento y analizamos unas ideas republicanas que, probablemente, caracterizarán la futura aventura presidencial de José Antonio Kast.